jueves, 27 de enero de 2011

Exageraciones (pseudo-verdad)


De la manera más Dominicana posible les contaré una historia... Comienza así: Yo tengo un pana que se llama (Antonio), el tipo e´ tan león que se fajó como con 10 tiguere (2 personas) de un fuetazo, y en plena calle; toditos más grandes y fuertes que él (uno si, el otro no). A uno le dio 200 patadas (2) y a los otros (el tipo restante) le partió to´ lo que se llama boca y nariz (solo un rasguño en el labio inferior), ni si quiera le toparon (2 puñetazos) na´ ma´ le hicieron un pelaito en el brazo (cortadura de 7 puntos) y fue cuando se resbalo (lo estrellaron contra el piso). Después fue que se armó el show, el lugar se llenó de gente ( 5 personas ), y tuvo que venir la policía (un amet que controlaba el tránsito).

Más o menos así contamos las historias ¡¡¡es que somos Dominicanos!!! Si eres de aquí sabes que somos exagerados por naturaleza y que tendemos a ponerle un "sazóncito" a la conversación. ¿si o no? Hemos considerado las exageraciones como algo normal y como el atractivo de cada cosa que vamos a decir.

Tu me dirás si, y ¿Y cual es el problema?

Bueno, que mientras más exagerado, ¡¡menos credibilidad!! así de simple. A medida que ponemos sazón a nuestras conversaciones, las personas comienzan a dudar de lo que decimos, llega un momento que ni nos creen, o no has escuchando la frase "¡Tu si eres exagerado(a) !".

Lo que te diré a continuación parecerá una comentario arcaico, pero exagerar y la mentira van de la mano. ¿¿¿QUE??? si, cuando exageramos estamos agregando un extra que realmente no debe ir y lo sabemos. si nuestro si debe ser si, como dicen las escrituras entonces la exageración es una pseudo-verdad , o sea, mentira. Uppsss mala mía perdón...

Te digo esto porque todos o la mayoría de los Dominicanos y quizás otras culturas en algún momento somos o fuimos exagerados por naturaleza, y a veces somos compulsivos al exagerar los comentarios e historias que relatamos, nos tenemos que esforzar como Dominicanos y ponernos serios para que los demás nos crean cuando relatamos sucesos e historias circunstanciales, o al menos presten atención.

Hablemos la verdad con firmeza e integridad para darle el sentido y el debido carácter que amerita el tema que esté en cuestión, aun sea una historia. Créeme, si eres de los que aumentan el tamaño a las cosas no tomarán mucho en cuenta lo que dices. Te van a oír, pero posiblemente no te van a escuchar, digase tomar en cuenta.

Recordemos también los que somos Cristianos que Cristo no solo es una verdad, El es "¡¡la verdad!!", y cuando mentimos, agregamos o restamos a la verdad estamos distorsionando la verdad que es Cristo, aunque no sea un tema netamente Cristiano. Vivamos una filosofía de vida como cuando nos llaman a estrado en un juicio, decir la verdad, solamente la verdad, y nada más que la verdad.

Tu reputación esta en juego y para que no se diga de ti "créele la mitad de lo que dice" haz que lo que digas cobre importancia, sin exageraciones.

(Mateo 5:37) Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.




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