Rompiendo los limites

Este fue el tema de la primera predica que impartí en un púlpito, de verdad que este tema me impacto mucho mientras meditaba y oraba pidiendo al Señor para que me revelara los argumentos que usaría para llevar este mensaje, el Señor ponía en mi corazón, que hay muchos limites que a veces la vida nos a impuesto, limites que no buscamos pero están con nosotros, para algunos su limite es la inseguridad, nunca se arriesga a cumplir sus sueños por el solo hecho de que se sienten incapaces, porque escucharon constantemente de una persona allegada a el o ella: no sirves para nada!!! eres un incompetente!!! que bruto eres!!! y lo lamentable es que se lo creyeron afectando su auto estima y sus expectativas del futuro, para otros la crítica corto sus alas, un día decidieron emprender un proyecto pero tantas opiniones negativas al rededor hizierón que esa persona tuviera temor de emprender nuevos retos para mañana, otros ven a los demás conformes con su estatus de vida y deciden seguir en esa presión de grupo, y nunca se arriesgan a ambicionar aun mas de lo que los demás apenas imaginan tener, para otros la culpa y el remordimiento de que le han fallado mucho a Dios a tal punto que Dios ya no los quiere recibir es que son muy inmundos y están llenos de debilidades piensan: "total como Dios va a usar a una persona tan imperfecta como yo, El busca gente santa y yo estoy lleno de errores" otros están esquematizados mentalmente con la tradición, y las costumbres que han hecho que hasta los sueños sean una rutina monótona y trivial.

Recuerdo que use como referencia en este sermón aquella ocasión en la que Jesús reto a Pedro bajarse de la barca en medio del mar, y caminar en las aguas (Mateo 14:22-33) Dios!!! el solo pensar en esto me pone los pelos de punta, osea, yo se que a nosotros se nos hace muy fácil leer en la palabra de Dios esta historia y hasta cierto punto pasarla como una historia épica, pero como seria posible que una persona caminaría por las aguas, yo le diría ni loco!!! ni siquiera se nadar, y le tengo pavor a las aguas profundas, porque en dos ocasiones me estado por ahogar, y la verdad yo pienso que Pedro tenia tanta inseguridad como yo aun mas, el inclusive dudaba que era Jesús quien estaba ordenándole a emprender esta locura estaba "inseguro" sin embargo se arriesgo a expensas de que podía equivocarse, me imagino a los demás discípulos en la barca susurrando a su espalda: "no lo hagas estas loco" sin embargo el no quería quedarse con la duda de que el podría hacerlo bajo la ordenanza de Jesús, sencillamente ignoró la "crítica", y es que Pedro detestaba vivir una vida conformándose con logros comunes y los temores de los demás el no quería vivir bajo la "presión de grupo" una vez lo hizo Pedro logro caminar exitosamente pero miro a su alrededor y recordó sus limitaciones humana y que era incapaz de caminar rectamente hacia Jesús, y comenzó a hundirse, mientras se hundía frustrado y temeroso por su error humano y natural, pidió misericordia convencido de que Jesús lo anudaría y la acción de Jesús al ver que Pedro confiaba en El no se hizo esperar, y lo rescato.

Muchos pensaran que Pedro fracaso porque a mitad del camino se hundió, muchos creen que el énfasis de esta historia es que Pedro sencillamente se hundió, y así lo he visto en las iglesias y entre mis compañeros de la iglesia, pero quiero diferir, y decir que lo importante de esta historia y creo que es la razón por la cual Dios inspiro a los escritores de los evangelios a escribirla es que Pedro a pesar de la duda y el miedo que tenia en ese instante se atrevió!!!! a pesar de que se hundió emprendió confiando no en sus fuerzas sino en las de Jesús, te aseguro que si mi destino es hundirme para sentir los fuertes brazos de Jesús ayudándome lo haría una y otra y otra vez, es tiempo de que empieces a emprender lo que soñaste siempre en el Señor y para tu vida, no importa si te sientes incapaz, Dios prefiere mil veces un montón de arriesgados que se vivan equivocando pero se atrevan a hacer las cosas, a un montón de incompetentes que se queden sentados esperando ser capaces, el reino lo arrebatan los violentos los esforzados, y aquellos que creen que Dios es capaz aunque ellos no lo sean, no es tu fuerza es la de Dios, no corras por ti corre por El, y te aseguro que pase lo que pase estarás en brazos de Jesús diciéndote: "hombre de poca fe ¿por que dudaste? te dije que llegarías, y así lo has hecho", y te exhibirá delante de los que se quedaron en la barca como el campeón que a pesar de su incapacidad y error se atrevió creer en El. (Manuel Cordero)