El otro día navegando en la red buscaba modelos de trajes de oficina, entre todas las páginas, me encuentro con una que tenia un título muy curioso "Trajes de iglesia", entre para ver de que se trataba (la verdad es que me imagine que tendrían sotanas o ropa para monaguillos) y me llevé la tremenda sorpresa de que eran los típicos vestidos con sombreros de los que usan las doñas.
Entre risas viendo a las señoras con caras de reverencia y comunión, me preguntaba cómo era posible que esta ropa estuviera catalogada para esta actividad en específico.
Aquí se encierran dos grandes verdades. Así como ese traje, muchos usan un traje de apariencias y posturas a la hora de participar a cualquier actividad religiosa. Lejos de buscar a Dios, el hombre usa la religión para callar su conciencia y su culpabilidad ante el pecado, es como si asistir a la iglesia, repetir dos o tres oraciones y hacer un rito les sumara puntos en la tablilla de Dios. Esto es una realidad que venimos arrastrando de generación en generación.
Muchas culturas de la antigüedad le servían a dioses creados por ellos, su "religión" se basaba en ritos que los hacían sentir que estaban cumpliendo su parte. no existía una conexión del alma con el ser supremo, más bien un terror y por eso lo reverenciaban.
Miles de personas se levantan temprano el domingo en la mañana para dirigirse a la iglesia, no por amor, no por devoción sino por costumbre, porque "es lo que hay que hacer" ¿Hasta cuándo estaremos cometiendo los mismo errores, haciendo cosas que ni siquiera entendemos porque nos hacen sentir mejores personas? Esto me recuerda una y otra vez ese pasaje donde Jesús le decía a los fariseos (los religiosos del momento) "!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y toda inmundicia." (Mateo 23:27), ¿contundente NO? Pienso si Jesús estará haciendo el mismo pronunciamiento en este tiempo...
Analiza tu entorno y comienza a preguntarte la razón por la que profesas una religión, a diferencia de lo que que has aprendido, esto no es un legado que se pasa de generación a generación. Es una decisión que hoy tienes que tomar consciente de que necesitas una amistad con Dios, no una religión sin sentido.
Dejemos atrás las costumbres y la comodidad y acerquémonos de todo corazón, Dios nos invita a conocerlo de forma personal y Él no nos exige un traje especial para venir a su casa.
1Samuel 16:7 Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.
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